martes, 30 de septiembre de 2008

Un verano en la Provenza.

Esta película francesa estrenada recientemente en nuestros cines, es una obra sin pretensiones cuyo título en español, nos hace relacionarla con algunas estadounidenses de estos últimos años , como “Bajo el sol de la Toscana” de Andrey Wells, pero no tiene que ver nada con ellas.

No se presenta el mundo rural como algo idílico y refugio de urbanitas desencantados sino que refleja algunos de sus problemas : envejecimiento de la población, falta de servicios, incomunicación, etc. La fotografía no se recrea de un modo especial en el paisaje físico sino que da prioridad al elemento humano.

El protagonista, Antoine, vive en la ciudad con trabajos temporales y sin rumbo fijo tanto en su vida laboral como personal. Su familia vive en el campo . Sus padres regentan un colmado, una tienda donde se vende de todo un poco, y con un camión recorren pequeñas aldeas diariamente para abastecer a la población de todo lo que necesitan. El hermano , supuestamente casado, tiene una peluquería.
Un hecho familiar altera su vida : su padre tiene un ataque al corazón y tiene que ser hospitalizado. La madre le pide ayuda para llevar el negocio . Él accede y regresa a su pueblo con la compañía de una amiga y vecina de casa, una joven casada y divorciada , con una situación económica precaria como la de él, y que aprovecha esta oportunidad para poder acabar los estudios.

Lo interesante de la película es la transformación que sufre Antoine a lo largo de ella. Su primer contacto con la realidad es desalentador y todo le recuerda a la muerte: unos clientes ancianos, con claro deterioro físico y mental, aislados del mundo y con una gran soledad. Ese mundo humano tan frágil y dependiente de esa camioneta , que supone casi el único contacto con el exterior, va atrapando al protagonista y de un trato arisco y hosco con ellos va pasando a uno más cordial y familiar.

Otros aspectos destacados son la evolución de su relación, por una parte con su joven amiga, y por otra parte con su familia . En ese último, pasa de ser la oveja negra de la familia, al revulsivo que reordena más positivamente su círculo familiar.


[Título: Un verano en la Provenza. Dirección: Eric Guirado. Intérpretes: Nicolas Cazalé, Clotilde Hesme ]
Esperanza De Antonio